martes, 9 de junio de 2009

UN MUNDO PARA MIS PIES


Era el amanecer de un Cali frío, los árboles apenas movían sus hojas al pasar el viento, sabía que enfrentaría algo que me iba a marcar por el resto de mi vida y, sin embargo, tenía la entereza de un gran luchador en el momento de la batalla. Los amigos que me habían acompañado la mayor parte de mis 22 años se marchaban por la idea forjada en los viernes univallunos entre marihuana, poesía y vino. Era una idea que nos atrevíamos a llamar nietzscheana, todo se resumía en una sencilla y bella frase: “justificar la existencia mediante un fenómeno estético”. Los libros nos mostraban lo loco que uno se puede volver sí se reprime así mismo por un imperativo moral o por un gobierno opresor. No puedo decir que nuestras mentes eran las más iluminadas sobre la faz de la tierra, pero comprendíamos muy bien el poema “entre las hijas del desierto”1 del gran ilustre pensador Nietzsche. No estábamos para formar un grupo selecto de intelectuales devoradores de libros, estábamos para vivir nuestras ideas, solo esperando a cambio el simple hecho de conocer. Pero yo, a diferencia de ellos, que habían tomado la decisión de de viajar por toda Latinoamérica con nada más en sus maletas que una guitarra, amor y mucho “espíritu”, aún no estaba muy convencido o no se le había presentado a mi alma el fenómeno estético que justificaría mi existencia. Ahora ya no están aquí y a pesar de haber forjado esa idea juntos, en el momento de tomar la decisión, dije: no voy. Noches en vela pasé tratando de enfrentarme a mi mismo, a mi forma de vivir, a las ideas que me había encontrado ¿Sólo hay un camino para vivir las ideas? ¿Sólo viajando por toda Latinoamérica justificaría mi existencia? ¿Cuál es el camino que debo crear? ¡¿Cuál es mi idea?! Al final todas esas preguntas se reunieron en una que al pasar por mi mente estremeció mi espíritu..... ¿Qué quiero?

En la canción “natural mystic” había escuchado que todo en el mundo se mueve bajo una mística natural y que si le preguntaban a Marley ¿cómo era esa mística natural? él iba a responder: “yo no sé”. No puedo creer que todo funcione de esa forma y que uno sea como una hoja al viento que se mueve sin voluntad, sin saber dónde va a parar, sin saber qué es, sin saber qué quiere. Las palabras están hechas para poder que la humanidad se comunique, y si les prestamos un poco más de atención podemos ver como cada quien percibe el mundo. De la mística natural que hablaba Marley solo puedo decir que es muy posible si entramos en un mundo dionisiaco y olvidamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Ahí solo soy yo y el placer. No sé si estoy en lo cierto, si entiendo al gran representante de la música Reggae, pero eso que él plantea sólo funciona en un mundo donde reina el amor, y éste se encuentra lleno de odios, cristianismo y mucha falta de pensamiento.

Soy yo en medio de una realidad que puedo percibir, sentir, experimentar, olvidar, desaparecer, mezclar, y también cambiar. Cada individuo en cada acción que realiza aprende de eso que está haciendo, así no lo quiera ó ni se de por enterado, y adquiere de ello unas gafas que le permiten ver el mundo de acuerdo a sus experiencias. El mundo es un universo sin fin de posibilidades en cada mente humana. Pero el problema no es el mundo ni las posibilidades, sino que hacer con ellas y sus relaciones.

Cuando Zarathustra bajó de la montaña hacia el pueblo a comunicarles a todos lo que había encontrado, todos, lo tildaron de loco y de no saber lo que decía. Cuando Zarathustra bajó de la montaña su espíritu había cambiado. La forma de comunicarse con la realidad ya no era la misma, allá trataba con árboles, animales, y consigo mismo; cuando bajó al pueblo sólo trataba con oídos que no estaban preparados para esas palabras, ahí los humanos ya habían creado la verdad y seguían la idea que se escondía detrás de las estrellas. No era que Zarathustra estuviera loco, ni que le faltara sapiencia para saber lo que decía, lo que ocurría era que su lenguaje, su forma de comunicarse, había cambiado.

Tal vez Marley apunta a caminos no recorridos aún por mis pies o por mi mente, y razón tenga al decir que todo se mueve bajo una mística natural que flota en el viento y que solo hay que buscar. Tal vez Zarathustra cuando subió a la montaña, llevando sus cenizas a cuestas, para crearse así mismo, se olvidó de los demás. ¿Y quienes son los demás? Me pregunta el viento, y yo le respondo: los que me permiten conocer las diferentes formas de experimentar la vida ¿y tu vida? Eso es algo que se debe construir con los demás. Cada humano experimenta, no importa cómo, no importa que ni siquiera sepa el significado de su experiencia, simplemente su cuerpo recibe un estimulo que entra en su cabeza y moldea las gafas por las cuales ve el mundo. Pero yo no quiero existir de una forma simple, quiero vivir.

Gran parte de mi vida la he gastado en pensar cómo vivir, pero pocas veces mis pies han surcado las montañas que rodean a Cali. ¡Odio los mártires que se quejan todo el tiempo de su mediocridad y no hacen nada para superarla! Podría ser que yo fuera un mártir y que el vivir pensando sea el pretexto perfecto para huir de mis propias ideas, pero no creo que sea así. Las ideas innatas no existen, nadie vino al mundo aprendido. Todo, absolutamente todo se construye por diferentes fuerzas que se mezclan entre sí. Mi vida es una creación que se fundamenta en la construcción del “yo quiero”. Pero ¿qué quiero? ¿Quiero vivir pensando? A decir verdad quiero vivir haciendo, ayudando a construir una sociedad donde quepamos todos. Soy bueno para pensar, para leer, un poco para escribir, y con muchas ganas de proponer. Cuando lo compañeros de vino y poesía se fueron, entendí que no busco la aventura de atravesar el mundo con mis pies; sino crear un mundo para mis pies.

1 Ditirambos de Dionisios (Nietzsche)

1 comentario:

  1. upaaaaaaaaaa... que interesante como se llega a conocer a lo amigos a través de sus palabras y sobre todo con esas palabras tan llenas de sinceridad o como decía el susodicho maestro "llenas de sangre". El conocimiento es un camino con muchos caminos, o mejor decir, un camino que no existe, un camino que hay que crear, el que busca tiene que exponerse en medio de la oscuridad y tantear con los instintos ¿que son los instintos? ¿Quizás la sospecha de un "yo quiero"?. Ese es el punto ¿que quiero? Yo aun no lo se... a veces sospecho que lo que quiero es atraparme a mi mismo y/o desatraparme, no se. Todo es un enigma pero parece que nos encantan los enigmas, nos encanta la luna, no por que esta allá, sino por que ilumina acá, por que excita a esos instintos, creo que así va el conocimiento, pero cuando se posan en el cielo esas nubes malandrinas, esas nubes parlanchinas, entonces odiamos a la noche y al mundo y le abrimos nuestras velas a la tristeza y a las quejas y el mundo se llena de doctos, y de poetas voluptuosos y tediosos y de toda esa gallada que pretenciosamente dice “Yo soy la cultura, yo soy la opinión de la verdad”, bueno ya me estoy quejando y hablando como Nietzsche…
    Es importante saber que queremos, es importante descifrar el enigma de la luna. ¿Pero no seria bueno primero que se fueran los nubarrones de mercado? ¿No seria bueno saber primero que es lo que no quiero? mi amigo no soy un ilustrado, ni iluminado de dios ni de Satán !oh Satán!, pero creo inmensamente en la necesidad de desaprender para aprender de nuevo. ¿Desaprender que? pues todo aquello que damos por hecho, y otra vez se aparece el anima envejecida de descartes que con maullidos nos dice “hay que dudar, dudar de todo”… yo creo en la soledad, en el silencio, por que solo en la serenidad del mar se preñan ballenas…
    El mundo lleva siglos queriéndose construir, pero que hay que construir ¿un sentido? ¿Para todos? ¿Para mis pies? Ay mi amigo, voy a parafrasear al maestro: la humanidad no tiene una meta, quizás por que ella misma no existe. No tienes que caminar por Suramérica para saber que queres (aunque es un parche!!!) pero lo que me gusta de caminar es que es pura libertad, viejo caminar es llenar tu cuerpo de savia, es una especie de despertar, la sociedad es un muerto para mi desde que camino, y yo no puedo ser libre entre ellos y sin mi libertad ¿que seria de mi crear?… lo que yo te pido como mi amigo es que seamos lo que seamos no perdamos la libertad, o no cesemos de buscarla, si es eso, construyamos la meta, la selva oscura que llamamos sociedad es solo una hectárea de la piel de la tierra, es solo una selva de desterrados… yo todavía sueño con la revolución, pero esta cada vez es menos estruendosa pero a la vez mucho mas magnánima, es la revolución espiritual… esa es mi meta.
    El conocimiento no sirve para construir una sociedad, ella ya existe y no nos gusta mucho, y no creo que haya que desgastarnos demoliendo hoteles de lascivia, esa condena ya la profirió ella misma contra ella misma, es su justicia… ay mi amigo las palabras me cuestan (literalmente) así que no escribo mas y espero que leas esto con el ardor de quien comparte con vos los símbolos supremos de la vida, Las bellas ideas, esas son las que nos tienen hablando de lo inefable y caminando entre abismos… saludos por allá a todos

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